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miércoles, 12 de diciembre de 2012

Cómo combatir la resistencia al cambio.


“El enemigo es un muy buen maestro”. Dalai Lama.

La mayoría de nosotros tenemos dos vidas. La vida que vivimos y la existencia aún no vivida, que está dentro de nosotros.  Entre ambas está la Resistencia. ¿Alguna vez ha experimentado la visión del emprendimiento que nunca inició? Entonces usted conoce qué es la Resistencia.





La Resistencia aparece de forma instantánea cuando rechazamos cualquier actividad que nos otorga gratificación inmediata por una acción que nos va a permitir un crecimiento a largo plazo. 

La Resistencia es más rápida que una bala, más poderosa que una locomotora, más adictiva que la cocaína.

La Resistencia es invisible porque no puede ser vista, olida, oída o tocada. Pero puede ser sentida como un 
campo de energía negativo que nos impide cumplir con nuestro objetivo. 

La Resistencia es interna. Aunque parece provenir desde afuera (trabajo, jefes, esposas, hijos, etc.), la Resistencia no es un oponente periférico sino que nace desde nuestro interior. Es auto generada y auto perpetuada. 

La Resistencia es nuestro enemigo interior.

La Resistencia es insidiosa. Hará cualquier cosa para evitar que continúe con su trabajo. Mentirá, falsificará, seducirá, halagará e intimidará. 

La Resistencia es implacable, es como Alien o Terminator, no se puede razonar con ella. Lo único que entiende es el poder. 

Es una máquina de destrucción programada con un único objetivo: evitar que hagamos nuestro trabajo.

La Resistencia es universal.

Estamos muy equivocados si pensamos que somos los únicos que estamos luchando con la Resistencia. Todos los que tienen un cuerpo experimentan la Resistencia. 

La Resistencia es incansable. Henry Fonda seguía vomitando antes de cada actuación cuando tenía 75 años de edad. En otras palabras, la Resistencia nunca nos abandona.

La Resistencia es alimentada por el miedo, porque no tiene fuerza en sí misma. Toda la fuerza que posee proviene de nosotros. La alimentamos de poder con nuestro propio miedo. Dominemos al miedo y conquistaremos a la Resistencia.

La postergación es la manifestación más común de la Resistencia, porque es la más fácil de racionalizar. No pensamos: “Nunca voy a comenzar este emprendimiento”. En vez de esto pensamos: “Voy a hacer el emprendimiento, pero empiezo mañana”. El aspecto más pernicioso de la postergación es que puede volverse un hábito.

La racionalización es la mano derecha de la Resistencia. En vez de mostrarnos nuestro miedo, la Resistencia nos presenta una serie de justificaciones racionales y plausibles de por qué no debemos hacer nuestro trabajo. Su trabajo es evitar la vergüenza que sentiríamos al darnos cuenta lo cobardes que somos por no hacer nuestro trabajo.

Pero la Resistencia puede ser derrotada. Si la Resistencia no pudiera ser derrotada no habría una Quinta Sinfonía, un Romeo y Julieta o un iPad. 

Para combatir a la Resistencia hay que convertirse en un profesional. Aquellos que son vencidos por la Resistencia comparten una característica: todos piensan como amateurs. Aún no se han convertido en profesionales.

Para ser claro: cuando digo profesional no hablo de doctores o de abogados. Hablo de profesionales como un ideal. El profesional en contraste con el amateur. 

Considere las diferencias: 

El amateur juega por diversión, el profesional juega por su manutención.
Para el amateur el juego es su pasatiempo, para el profesional es su vocación.
El amateur es un guerrero de fin de semana, el profesional está ahí siete días a la semana.
El profesional es un soldado de infantería. Sabe que el progreso se mide en metros de tierra extraídos al enemigo en un día, una hora o un minuto y que se pagan con sangre.
El profesional usa botas de combate. En teoría el profesional juega por plata pero, al final, lo hace por 
amor al juego, trabajo, etc.

¿Cuáles son los aspectos del profesional?

Un profesional es paciente. Sabe diferir la recompensa. Es la hormiga, no la cigarra; la tortuga no la liebre. 
Sabe que cualquier trabajo toma el doble de tiempo que pensaba y cuesta el doble de lo que calculaba. Sabe que es una maratón no una carrera de 100 metros. Prepara su mente para el largo plazo.

Un profesional busca el orden. No tolerará el desorden, eliminará el caos de su mundo para desterrarlo de su mente. Un profesional actúa a pesar del miedo. Sabe que debe sobreponerse al miedo y que no existe un guerrero sin temor. Un profesional no acepta excusas. Como respeta a la Resistencia sabe que si cede hoy, no importa cuán plausible sea el pretexto, mañana tendrá el doble de posibilidades de ceder y no hacer su trabajo.

Un profesional está preparado. Está preparado cada día para enfrentarse a su propio auto sabotaje. Está preparado mentalmente para absorber y dar golpes. Está preparado para ser prudente y para ser temerario. 

Un profesional no toma ni al fracaso ni a la victoria como algo personal. El profesional no puede tomar al rechazo como algo personal porque así refuerza a la Resistencia. Los críticos no son el enemigo, la Resistencia es el enemigo. La batalla se entabla en el interior de nuestras cabezas. No podemos permitir que las críticas externas, aun si son válidas, fortalezcan a nuestro enemigo interno. 

El profesional escucha las críticas para aprender y crecer. Pero nunca olvida que la Resistencia está utilizando estas críticas contra él. La Resistencia se apoya en las críticas para reforzar la quinta columna del miedo que trabaja dentro de nuestras cabezas tratando de quebrar nuestra voluntad y dedicación.

Una vez alguien le pidió al rey espartano Leónidas que identificara cuál era la virtud suprema de un guerrero y él respondió: “Desprecio por la muerte”. Para nosotros -los profesionales- sería “desprecio por el fracaso”. 

Al confinar nuestra atención a nuestros propios pensamientos y acciones, en otras palabras al trabajo y a sus exigencias, atacamos al corazón de nuestro enemigo mortal y a los de sus aliados.

 Por Dr. Roberto Rosler
(Médico neurocirujano del Hospital Británico. Experto en neurociencias. 
Profesor de Neurofisiología y Neuroanatomía. filipides42@gmail.com)
Nota publicada en el N° 55 de la Revista Mercado Fitness ( Edición 9° Aniversario)

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